Mal de ojo Disertaciones sobre el libro “El valor está en otra parte”
Ahora que miramos el mundo como verdaderos argonautas, ahora que nuestras miradas se multiplican por un mundo amplio donde no sólo encontramos imágenes, sino que vemos las músicas, tocamos las poesías y las preocupaciones o crisis del mundo contemporáneo; justo cuando eso es posible, nada sucede en nuestro medio.
En la dialéctica de la mirada, suponemos que al mirar somos mirados y, sin embargo, pese a tener redes sociales, blogs, grupos de whatsaap, tiendas virtuales es cuando más nos sumergimos en este “Mal de ojo” como denominaré a esta crisis planteada en la investigación de Sebastián Sánchez.
Miramos, pero no nos miran. Producimos, pero no nos compran. ¿Quiénes no nos miran? Quizá los que valoran el Arte, los que tienen poder adquisitivo, los buscadores de talentos, las galerías, los coleccionistas, curadores, críticos o doctores que asuman la responsabilidad de actuar bajo el diagnóstico de un sector que requiere mejorar planteando tesis de investigación a nuestros malestares.
Tenemos una universidad pública que vista no tan sólo como un espacio físico, aunque, dicho sea de paso, ha sido dignificado por el rector Hernando Porras, pese a todos los contradictores que consideran la deuda económica adquirida como riesgosa para la universidad. Pero estaba represada la dignidad ausente durante tantos años de considerar la universidad pública como lo atrasado, lo mal administrado, lo feo, lo decadente, entre otros asuntos.
La universidad tiene un cuerpo docente ilustrado en las Artes, ciencias sociales y científicas con docentes bien remunerados (¿?) y, sin embargo, ¿Cuántos de ellos tiene en sus casas obras de Arte contemporáneo? El mismo rector y la universidad ¿Tiene conciencia del valor del Arte para activar un proceso de coleccionismo institucional?
El director de la carrera de Artes de la UIS acaba de extender sus estudios al grado de doctor, ¿Ha asumido algún tipo de responsabilidad frente a lo diagnosticado por unos de sus profesores en la investigación “El valor está en otra parte”? ¿Se ha pronunciado frente a lo vislumbrado por la investigación de Sebastián Sánchez? ¿O nada lo obliga? Se supone que un doctor tiene las competencias y facultades para hallar soluciones a una problemática, en este caso de un sector que le compete como son las Artes plásticas y su precaria condición frente a la comercialización de sus trabajos y logros.
Se podría plantear un semillero de investigación que acoja dicha realidad para hallar estrategias o recomendaciones para iniciar un proceso de validación del Arte contemporáneo local frente al mercado. Resulta más sencillo diseñar estrategias de mercadeo para hallar soluciones exitosas para posicionar obras de Arte contemporáneo; que definir qué es Arte contemporáneo.
En la primera existen plataformas, ferias, galerías y redes de mercadeo donde habría que hacer un trabajo y gestión contundentes para llevar el Arte contemporáneo local a estas instancias mediante políticas culturales que allanen esta necesidad y promuevan emprendimientos efectivos para avanzar en esta problemática.
En la segunda habría que asumir la problemática desde las estéticas filosóficas, semiologías y campos afines. Y antes de definir quién o quién no es un artista contemporáneo o qué es Arte contemporáneo y qué no lo es; habría que abrir una serie de tesis de investigación y de trabajo de campo que abrirá muchas más preguntas; es decir, en lugar de hallar respuestas, de seguro, se hallarán más preguntas y enfoques problemáticos.
Recuerdo cuando la Galería Tótem hizo un piloto de comercialización de obra contemporánea con apoyos públicos tanto de la Gobernación de Santander –El curador en ese momento era empelado de la Secretaría de Cultura departamental- y del IMCT – el curador era el consejero de artes plásticas ante el IMCT – y cuyo director era Néstor Rueda Gómez. Cruzando el parque de los Niños me encontré con el director del IMCT justo el día en que se abría la subasta de Arte contemporáneo y le pregunté si estaba interesado en comprar algo de la muestra y sin preámbulos de ninguna clase me dijo que no, que su sueldo no le daba para tanto.
¿El sueldo o la falta de tener experiencias significativas o de valorar el Arte? Siempre lo consideré un buen administrador y director; sin embargo, al campo del Arte le interesa algo más que una mirada tecnócrata, le interesa ensoñar desde el “riesgo” simbólico de lo poético y artístico.
Según el libro “El valor está en otra parte” este ensayo de comercialización OPEN 2017 “resultó siendo un fracaso en ventas, pero un éxito en términos de asistencia”; es decir, el trabajo de Mauricio Ariza director de la Corporación Totem “(único marchante de arte identificado hasta el momento en la ciudad)” sólo se enfocó en invitar, pero no en hacer un trabajo de mercadeo de las obras y de sus artistas. Adicional en esa feria se confundió artista contemporáneo con amigo.
Lo que llaman brechas generacionales, talvez. Cabe decir que artistas – no cuarentones- que siguen siendo vigentes con sus trabajos como Augusto Vidal Mantilla, Clemencia Hernández Guillen, César Chaparro, Orlando Morales Cañón, Jorge Mantilla Caballero entre otros, nunca fueron invitados, a pesar que históricamente han vendido y están en colecciones privadas y públicas regionales, nacionales e internacionales.
De otro lado el libro señala que La Galería Virtual Casa BGA para artistas locales y foráneos dirigida por Yamile Manrique como una opción “real” de mercadeo para el Arte contemporáneo de la ciudad. Me pregunto ¿Cuántas obras ha vendido dicha galería? Hasta ahora ninguna.
Considero que como proyecto diseñado y ganador de varias convocatorias en cuanto a ventas y emprendimiento no ha sido una solución, pero al parecer en dichas convocatorias nada les obliga, ni siquiera estrategias o alianzas de venta en el ámbito local. Su resultado, dice Yamile “no pueden ser cuantificable” y agrega “la gente no está acostumbrada a comprar por internet”.
Para vender Arte (no decorativo) se necesita de cierta pasión por las ventas, relaciones comerciales y estéticas, iniciativas de mercadeo pese al riesgo de saberse subvalorados, entre otros y ni BGA Galería Virtual y ningún marchante en la ciudad tienen ninguno de los anteriores supuestos comerciales para tener éxito en dicha iniciativa.
“Ante la carencia de una plataforma virtual de venta en la ciudad creamos la Galería Virtual Casa BGA, los gastos que implica sostener este sitio aún no logra suplirse con la venta de obra,…La idea es facilitar las condiciones para que en un futuro el arte pueda estar al alcance de todos” Texto tomado de la entrevista con Nerith Yamile Manrique. Después de ganar tres estímulos la Galería BGA las ventas no han sucedido, así que el panorama no es realmente optimista.
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