Sobre el arte y las pintoras santandereanas
Sobre el arte y las pintoras santandereanas hay mucho por hablar y desempolvar.
El territorio colombiano ha engendrado gran variedad de mentes brillantes que han dejado huella en la cultura y la historia del país. Sin embargo, a diferencia de Manuel Elkin Patarroyo, Deya Corzo, Armando Sardi, Rodolfo Llinás, entre otros, muchos no han sido reconocidos. Casi siempre hay una especie de preponderancia respecto a quién resalta y quién, a pesar de su brillantez, permanece en sombras.
Sucedió lo mismo con José Asunción Silva, quien aparece en el billete de cinco mil pesos, y León de Greiff o Porfirio barba Jacob. El primero, por su linaje y círculos sociales fue predilecto en el ámbito literario. Los otros dos, a pesar de su genialidad, solo obtuvieron el debido reconocimiento después de su muerte. Otro ejemplo de ello, es el caso de Gabriel García Márquez y Fernando Vallejo.
El éxito del ganador del premio Nobel de la Paz es indudable, aunque fuese exiliado político durante el gobierno de Turbay. Su genialidad es indiscutible, sin embargo, todo ello ensombreció otros artistas de alto calibre. Éste fue el caso del gran escritor Fernando Vallejo. Quién lo ha leído, puede reconocer la genialidad, crudeza y crítica socio–política latente en sus escritos. El impacto que genera su estilo es único. Sin embargo, poco se menciona o casi no se reconoce su gran aporte a la literatura.
Pintura en Santander
Algo similar sucede con la pintura. Quién se posiciona en la punta de la fama es Fernando Botero quien, bajo un sencillo concepto y sin mucha genialidad, ha aplacado a otros pintores. Quizá sea por su capital social y los contactos en el exterior que ha logrado ser reconocido a nivel mundial. Sin embargo, existen otros que fácilmente le superan en brillantez, técnica, imaginación, y son ocultados por la sombra de sus gordas y gordos.
Eso sucede, por ejemplo, en el caso del departamento de Santander. Éste se ha caracterizado por su formación cultural. La pintura, entre otras disciplinas, es bandera representativa de las artes. Uno de quienes se destaca es el pintor socorrano Oscar Rodríguez Naranjo, quien ha sido reconocido como el Velásquez de Suramérica. Y ni hablar del grandioso Jorge Mantilla Caballero, quien deslumbra con sus impactantes obras.
En relación a la pintura santandereana, hay una región que se desataca. La provincia de Guanentá se ha caracterizado por engendrar gran cantidad de pintores. Las escuelas y el contexto en general, fomentan y motivan las artes enfocándose en la pintura. Por esto es normal en encontrar tapas de contadores con pequeños paisajes o murales de características especiales. O, por ejemplo, algunos maravillosos murales pintados con barro, en algunas paredes de bareque en San Gil.
Pintoras Santandereanas
Cómo se ha dicho hasta el momento, la fama de algunos aplaca la genialidad de otros. Ahora bien, como es sabido, Colombia es un país con preponderancia masculina (o machista, si se prefiere). Entonces no es de extrañar que los artistas mencionados sean hombres. Sin embargo, también hay mujeres que vale la pena resaltar. Por ello, a continuación, se mencionarán algunas pintoras santandereanas, quienes son agentes culturales tanto en Santander como en Colombia.
Vale destacar, entonces, las obras de Eddy Galvis que interpela al espectador con sus imágenes de ojos y expresiones. Con ellas intenta dar relevancia a esos destalles que se pasan por alto. Todo ello, con el fin de hacer visible el alma de lo retratado.
Por otro lado, se puede hacer mención a la maestra Beatriz Gonzales. Pintora santandereana de trayectoria internacional, la cual es reconocida por su intervención en los columbarios del Cementerio Central de Bogotá.
Otra artista es Melba Rodríguez, hija del maestro Oscar Rodríguez Naranjo y cuyas pinturas conservan un estilo clásico. Por último, no se puede dejar a un lado el trabajo de Clemencia Hernández Guillen. Gracias a la experimentación de los colores en sus obras abstractas, y la energía que evocan sus pinceladas logra atrapar la mirada del espectador.
En Santander sí hay talento
Sobre el arte y las pintoras santandereanas podemos afirmar finalmente lo siguiente. Es cierto que los ojos casi siempre son puestos en las principales ciudades del país y eso logra aplacar el talento regional. Sin embargo, con el listado anterior, ya no hay excusa para decir que la cultura artística en Santander es inexistente. Son muchos los artistas que realizan grandiosos trabajos y que aportan obras para embellecer o realizar una crítica al tan poco poético panorama departamental. Y como pudo evidenciarse, las mujeres han jugado un papel importante en esa tarea. Es menester, por tanto, que el departamento comunero reconstruya su identidad, y qué mejor forma que hacerlo a través del arte.