Como suele suceder en todos los países del mundo, existen elementos como las banderas, los escudos, los himnos, árboles, flores y una gran diversidad de elementos que identifican a determinada nación. Pero no solamente a los países como un todo, también las regiones adoptan este tipo de elementos para crear arraigo, sentido de pertenencia, y una cultura que los identifique. Uno de estos elementos, y quizá de los más llamativos e importantes que existen tienen que ver con la fauna silvestre de esos lugares, y cuando la especie que identifica el lugar en el que vives, trabajas, ríes, sueñas, y también lloras, está en peligro de extinción, el cariño y el sentido de pertenencia, no solo por el lugar, sino por el animalito que está a punto de desaparecer del planeta toma mayor sentido y relevancia.
Es por eso que a continuación les presentamos todo lo que deben saber acerca del colibrí Amazilia Ventricastaño o Amazilia Castaneiventris, ave oficial de Santander, una tierra bendecida por el creador, que puso en estos suelos bellezas naturales incomparables que son orgullo de sus habitantes, y en donde vuela libre esta bonita especie que se niega a morir, y a la cual todos los santandereanos debemos proteger y ayudar a su conservación. ¿Qué debemos hacer para esto? Acompáñenos y podrá conocer todo sobre esta bonita e insigne ave, y enterarse de lo que puede hacer para ayudar.
El ave de Santander pertenece al orden Apodiformes y es de la familia Trochilidae que habita en las partes desérticas del cañón del Chicamocha, a una altura que varía entre los 800 y 2.000 metros de altitud, aunque de la misma forma también fue reconocida en el departamento de Santander en los municipios de San Gil, Portugal Sabana de Torres, y Lebrija. También anida en franjas desiertas del paso del Magdalena, y se le avista en la proximidad de otros ríos y arroyos que pasan en medio de los bosques, y zonas semiáridas con árboles pequeños. Igualmente aparece esporádicamente en sembradíos de café y de frutas.
Es importante destacar, que Amazilia, fue una heroína de una novela de origen Inca, y castaneiventris proviene del latín “castaneus”: castaño y “venter”: vientre, de allí el origen de su nombre. En el departamento de Santander y en Boyacá también son conocidos como La Quincha de Soatá, esto, porque quincha guarda relación con un lenguaje asociado a la música que bautiza a este tipo de aves.
Ha podido notarse que es una especie de ave muy territorial que resguarda sus áreas de nutrición y subsistencia, y normalmente se refugia en las frondosidades. Se alimenta sobre todo de flores, en especial del yátago, que es una especie arbórea pequeña característica de nuestro país, aunque también come del néctar de las flores de tabaco, guayaba, jejenes, e incluso se le ha visto alimentándose de la sangre de caballos mansos.
En cuanto a sus características, tiene un tamaño aproximado que en promedio ronda los ocho centímetros y medio, su pico es recto de unos 20 milímetros más o menos, y su color es negro por la parte de arriba y por la parte de abajo presenta un color rojo, en su dorsal son de color bronce rojizo, por abajo y en su cola son rojizos, su garganta y su pecho son de color verde radiante, y su vientre, como su nombre lo señala es castaño y posee unas alas de color castaño purpureo con labres oscuros. El vientre de la hembra es de color más claro y una franja blanca por la parte de arriba de la garganta. Los pichones o colibríes de más temprana edad, poseen plumajes de color cardenillo en la zona del cuello. Como mencionamos con anterioridad, lastimosamente esta especie se encuentra en lo que los expertos de la materia denominan como peligro crítico de extinción.
¿Cuándo se reconoció a esta especie de colibrí como ave de Santander?
Para quienes aún no lo sabían, esta especie se convirtió en el ave oficial de Santander, desde 2015, a través de una Ordenanza signada con el número 019 del 6 de mayo, en donde se registra con esta investidura al colibrí amazilia ventricastaño, que en el departamento de Santander es endémica, es decir, que su especie se distribuye en esta parte de la geografía colombiana.
Debido al peligro que corre esta especie, en el año 2004 surge El proyecto Chicamocha, esto como una magnífica idea de parte de un conjunto de estudiantes de biología para llevar a cabo un método de auxilio de dos especies de aves del bosque seco del Cañón del Chicamocha que se encuentran en estado crítico en cuanto a la extinción: uno de ellos El colibrí ventricastaño, y por otro lado también el cucarachero de Nicéforo. Este gran proyecto, fue apoyado financieramente en dos partes por el programa internacional para líderes de la conservación CLP (Conservation Leadership Programme) con la denominación de “Proyecto Chicamocha”.
Primero, realizaron censos de población de estas dos especies, lo cual permitió observar que la distribución biológica de las mismas, es más extenso de lo que se pensó en un principio, luego, determinaron las exigencias ecológicas más importantes, para de esta manera evaluar las causas que están llevando a la disminución de sus poblaciones. Asimismo, en este periodo se llevaron a cabo talleres de educación ambiental y sobre todo de concientización para adultos y niños de esta zona del país.
El Proyecto Chicamocha perdió en el año 2008 una segunda beca de esta organización, para seguir trabajando en pro de la conservación de estas especies. En esa ocasión establemente la primera reserva natural del bosque seco en el Cañón del Chicamocha. Los recursos otorgados en esta ocasión se usarán para arreglar una casa, que sirviera como centro de operaciones de “la reserva natural de aves Cucarachero del Chicamocha”, del mismo modo, dictaron talleres de educación ambiental y talleres ecológicos. ¿Quiere colaborar con esta bonita causa? Bueno, cuide el ambiente y los recursos naturales y el mar participe de la concientización hacia las personas que no tienen conocimiento acera del tema, esa es nuestra invitación.